Formar niños como verdaderos protagonistas, creadores, críticos y transformadores de la realidad inmediata, otorgándoles herramientas fundadas en valores éticos y morales.
Educamos haciendo hincapié en los principios de paz, amor y hermandad; creemos que la paz es semilla y fruto y condición necesaria para el ejercicio de la dignidad y el triunfo de la razón, y la razón no necesita violencia para expresarse, ya que su propia fuerza es suficiente.